Hace unos días vi un documental sobre Marie Kondo, la gurú japonesa del orden, en el que mostró el libro en el que comparte su método; de inmediato lo compré (lo hice a través de mi Kindle). Fue una de las mejores decisiones para iniciar el año...
Este libro es para ti si:
Tu cuarto o tu casa te están asfixiando por falta de espacio.
Estás cansado de que nada permanezca en su lugar, aún después de ordenar y reordenar.
Guardas demasiadas cosas por su valor sentimental.
Deseas ser más ordenado sin que sea una presión en tu vida.
Quieres vivir de una forma minimalista dentro de tu casa.
Quieres mejorar tus destrezas en organización.
"No necesitas una guía, porque el éxito depende en un 90 por ciento de tu manera de pensar". -Marie Kondo
A pesar de que el libro da muchos consejos para poder organizar tu vivienda, te comparto los cinco que considero más importantes:
1. Desechar
Cuando te propones a ordenar, de seguro revisas un cajón o un armario y decides qué desechar. Lo que decides conservar, usualmente lo regresas al mismo lugar en ese instante, lo que es un terrible error. Lo mejor, es primero desechar por categorías y por último, guardarlo de una manera ordenada y eficaz.
2. La importancia de las categorías
Lo esencial es desechar por categorías, no por lugar. Por ejemplo, una de ellas es papel, así que tienes que tomar los papeles de toda la casa (facturas, recibos, documentos, dibujos, etc.), los amontonas en el suelo y decides cuáles deben quedarse y cuáles se deben ir. Si es la categoría libros, de nuevo, agarras los libros de toda la casa y los pones en el suelo para decidir cuáles conservar. Con tu ropa, no es la excepción.
Categorías
Ropa: Camisas, blusas, suéteres, pantalones, faldas, ropa que se cuelga, ropa interior, bolsas de mano, accesorios, ropa para actividades específicas y zapatos. (Debe revisarse en ese orden).
Libros
Papel
Komono (objetos pequeños)
Objetos sentimentales (como cartas, fotografías) y souvenirs
3. Dejar ir
Marie explica de una manera cálida, que lo más importante no es acumular ni guardar objetos, lo importante es conservar en la mente el momento cuando te los obsequiaron, cuando te sirvieron, y cuando tuvieron su tiempo asignado contigo. El simple hecho de guardarlos no tiene sentido si ya no los usas, si ya no te lucen o si no te traen buenos recuerdos.
"Quédate solo con aquello que te dé felicidad". -Marie Kondo
4. Organizar por categorías
Es común que tengas cajones con todas las categorías mezcladas; algunos con ropa, adornos y papeles, todo junto. Lo correcto es asignarle un lugar a cada una de ellas.
Por ejemplo, un solo armario para los papeles, un solo cajón para los komono, una gaveta para las corbatas, etc. Las categorías no deben mezclarse en un mismo espacio, o puede dar pie a caer en el mismo ciclo de desorganización.
5. El pequeño error que inicia un desorden
Usualmente, dejas artefactos al alcance solo porque los usas a diario; eso es fatal. Las cosas deben ponerse en su sitio categórico después de utilizarse. Dejarlas a la deriva puede iniciar un círculo vicioso en el que comenzarás a dejar más cosas fuera de su lugar, hasta que la casa se vuelve un caos porque nada está donde debe ir.
Por ejemplo, si todas las noches escribes en un diario, guárdalo junto a los demás cuando lo termines de usar; que escribas en él todos los días, no te da derecho a dejarlo fuera de su lugar solo porque te queda a la mano.
Estos fueron los consejos principales, pero hay muchos otros igualmente importantes, como la manera correcta de doblar la ropa y guardar los objetos.
El libro es divertido, corto, con ejemplos verídicos con los que puedes identificarte y consejos para todo tipo de persona, no importando el tamaño ni tipo de espacio que quieran transformar. Lo mejor, es que está en formato digital (como mi edición), físico (para los que aman el papel, como mi amiga Rotceh) y la novela ilustrada (ideal para los que son más visuales, como mi amiga Carmen).
Sin duda, leerlo es una inversión para ti y la vida tranquila que mereces en tu hogar, sobre todo en este tiempo de confinamiento, donde tres ambientes (casa, trabajo y escuela) convergen en uno. Además, Marie lo explica de una manera apasionante, al punto que llegas a enamorarte del orden y de su método ("El método KonMarie").
Mi experiencia con el método KonMarie
Si uno veía mi habitación, podía decirse que estaba ordenada y pulcra; era hasta que abrías cajones, puertas y demás que te dabas cuenta de que era un tremendo caos. La ropa ni siquiera estaba doblada, era un bulto. Tenía cuadernos por todos lados y gavetas con objetos inservibles.
Después de leer el libro y dedicarle un día entero a ordenar, me deshice de:
Diez playeras para estar en casa. (Marie dice que el hecho de poder estar dentro de tu hogar debe ser una actividad para ponerte algo que te luzca bien.)
Más de 50 cuadernos con apuntes.
Cuatro suéteres de lana (ya ni los usaba, pero los conservaba solo porque me hacía sentir bien tener tantos), cinco camisas y quince pares de medias formales.
Juguetes de mi niñez y komono que pensaba que utilizaría algún día (algo que jamás iba a pasar y que acumulé sin razón alguna).
38 libros (me parece increíble haberlo hecho, pero no los iba a leer).
Una cámara digital vieja, lapiceros, llaveros, crayones viejos, cosas que compré en otros países, etc.
Luego ordené mi cuarto por categorías. Ahora tengo una gaveta solo para papeles, un cajón exclusivo para artículos de librería y de mi emprendimiento, una estantería para diarios, y mi armario tiene más espacio gracias a que doblé la ropa como Marie indica.
Conclusión: Ya no tengo una mentalidad propensa a la acumulación ni un impulso por comprar cosas, ni temor a desecharlas. Me sumé al enamoramiento del orden que Marie transmite con tanta pasión y sencillez.
SOBRE MÍ
Andrés Beltanien
Instagram: andresbeltanien
Soy apasionado de la literatura infantil y motivacional, también del chick lit. Actualmente trabajo como distribuidor independiente de Herbalife Nutrition. Puedes leer gratis una de mis novelas infantiles de fantasía aquí. Dato curioso: Tengo compradicción por los libros, por eso opté por un Kindle; los libros digitales no ocupan espacio.