Frida McMoon y la pócima dorada es el segundo volumen del primer cómic escrito por Pedro Mañas e ilustrado por Laia Ferraté. Este nos cuenta la vida de Frida, una niña que por azares del destino termina entrando a un grupo de futuros crononautas (viajeros en el tiempo). Es desde ese instante que se hace amiga de cinco chicos de distintas épocas con los que comparte algo en común: sentirse inadaptada. Ahora tendrán que resolver misiones en distintas épocas de la historia.
Si quieres saber más sobre el primer volumen, haz clic en este enlace.
¿De qué va esta segunda parte?
Frida y sus amigos continúan aprendiendo de Marie Curie, la fundadora de los crononautas. Un día, la científica le asigna una misión a un vikingo para que descubra por qué una armadura de la era medieval se volvió de oro. Por desgracia, el vikingo es un papanatas que hace comentarios despreciativos hacia Frida y a sus amigas al considerarlas inferiores por ser mujeres.
Frida no puede dejar que él se salga con la suya, así que cuando el vikingo se introduce a la máquina del tiempo para ir a la misión de en la Edad Media, ella le da el número de año incorrecto. Con él fuera de su camino, Frida y sus cinco amigos deciden ir a cumplir dicha misión.
Por qué recomiendo este volumen (así como recomiendo el primero)
La historia es entretenida, cómica y, a diferencia del primer volumen, el protagonismo lo toma el grupo de amigos, ya no es exclusivamente de Frida.
Las ilustraciones de Laia transmiten vida y logran complementarse muy bien con los comicidad de Pedro; cualquier niño que las vea será es incapaz de perder la atención. Además, la paleta de colores es preciosa.
Pedro Mañas es respetuoso al tratar hechos históricos sin dejar por un lado su distintivo humor. En lo personal, es el único autor con el que percibo mucha naturalidad al tratar temas de importancia.
En este volumen se muestra cómo las mujeres cambiaron el rumbo de la historia a pesar del rechazo de la sociedad y de los retos que sufrieron.
Si yo fuera profesor de instituto, le daría estos cómics a mis alumnos para que aprendan un poco de historia y se diviertan. Es una muy excelentísima opción para quienes desean sentirse cómplices de los personajes. Pedro Mañas y Laia Ferraté volvieron a entregarnos una joya mágica.
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