En la mayoría de versiones del cuento, nunca se especifica qué fue lo que la madre de Caperucita le mandó de comer a la abuela, por lo que siempre supuse que el lector se imaginaba el platillo basado en lo que le gusta comer o cocinar. Por lo tanto, en esta nueva categoría "La cesta de Caperucita" fueron algunos lectores y amistades quienes me enviaron sus recetas para que las prepare... ellos deciden qué fue lo que Caperucita le llevó a su abuela.
En esta ocasión la receta me la envió mi amiga Teresa "Yin", a quien tuve la bendición de conocer en un grupo de Facebook de personas que tenemos personalidad INFJ. Ella es originaria de España, así como su receta.
Gazpacho
Ingredientes
1 libra de tomates
1/2 pimiento verde
1/2 Pepino (pelado)
1/2 o 1 diente de ajo (pelado)
2-4 cucharadas de vinagre de manzana, vinagre de vino o jerez.
2 cucharadas de aceite de oliva
1 rodaja de pan
Sal al gusto
Procedimiento
Moja la rodaja de pan blanco (a modo que no se deshaga pero que quede bastante húmeda).
Incorpora los tomates, el pimiento, el pepino y el diente de ajo en una licuadora y bátelo hasta que todo quede emulsionado. Si prefieres las consistencias más livianas, puedes hacerlo en un procesador de jugos.
Echa el vinagre, la sal y el aceite de oliva, y bátelo por cinco minutos más.
Refrigerarla una hora para disfrutarla fría.
En lo personal no soy fan del pepino ni del tomate, tampoco de las sopas (solo en eso soy melindroso), pero esta en especial me gustó mucho, quizá porque es una opción completamente diferente. A mis papás también les encantó.
Puede acompañarse con mariscos, atún, pescado y arroz, tal como lo hice yo.
He probado pocas recetas españolas, y esta, al igual que las otras, me fascinó.
Así que la próxima vez que leas el cuento de Caperucita, sabrás que en su cesta le llevó a la abuela un deliciosos Gazpacho.
SOBRE MÍ
Andrés Beltanien
Me encanta leer fantasía, chick lit, middle grade, suspenso y motivacionales cristianos. Trabajo como distribuidor independiente de Herbalife Nutrition desde hace siete años.
Dato curioso: La mantequilla de ajo, los champiñones y yo estamos peleados desde hace una década.