Escribir un libro, ya sea una novela, autoayuda, biografía, poesía, administrativo o informativo es un reto por el simple hecho de tratarse de un proyecto, y como tal, conlleva su tiempo, dedicación y sacrificio.
Sin embargo, creo que el mayor problema por el cual muchos ni siquiera intentan hacerlo, es porque no se creen capaces de terminarlo o de crear una obra maestra que los haga sentirse orgullosos. El miedo gana, por mucho que intentemos fingir que no.
Por eso, hoy te comparto consejos que podrían ayudarte a desarrollar lo necesario para terminar tus escritos.
1. Seamos disciplinados
Así como creaste el hábito de lavarte los dientes, hacer ejercicio y comer saludable (o no saludable), debes crear el hábito de escribir, así como de ser constante, aún con el poco tiempo con el que cuentas. Aunque solo tuvieras disponible veinte minutos diarios, o incluso diez, son suficientes para escribir un mínimo cinco oraciones. No olvides que un libro se crea una palabra a la vez. No pienses en el tiempo que te llevará, solo concéntrate en escribir una palabra tras otra.
2. Pierde el miedo a fallar
No puedes pretender escribir una obra maestra en el primer intento (al menos no en todos los casos). Necesitas fallar y aprender en el proceso; conocer la historia, ahondar en el tema, y eso solo se logra fallando una y otra vez. No importa que los primeros borradores resulten malos o poco satisfactorios, ya es todo un logro terminarlos, y la sensación de hacerlo te dará el impulso de empezar con el siguiente.
El ochenta por ciento de mis primeros cuentos y novelas tienen personajes malos, tramas demasiado planas y una redacción insulsa. Sin embargo, arruinarla tantas veces me hizo aprender cómo no escribir y comprender qué método me funcionaba mejor. Aquí te explico a fondo esa experiencia.
3. Permítete escribir disparates
Cuando escribes ficción (historias inventadas) y te llega un bloqueo escritor, a veces el mejor antídoto es escribir lo opuesto a lo que planificaste, aunque parezca un disparate. Al inicio, quizá pueda parecerte extraño, pero luego te acostumbras a usar la improvisación. En el proceso de redactar el libro, verás lo importante que es darse el permiso de ser impredecible, ya que a veces las mejores tramas, escenas o personajes, surgen de eso.
4. Sé tú mismo
Este es uno de los consejos más difíciles de aplicar, si es que tienes una adicción por cumplir las expectativas ajenas (quién mejor que yo lo sabe, y quizá por eso se me dificultó publicar mi novela en el blog). A veces uno intenta ser igualito a escritores que admira, pero debes recordar que eres único, y mostrar esa autenticidad es lo que le va a gustar a las personas. No te compares con nadie excepto contigo mismo; así es como se avanza.
5. Recuerda que puedes reescribir
Si sientes que lo que escribes no está teniendo la calidad que quieres o imaginaste, es bueno recordar que puedes editar y reescribir escenas o párrafos. Quizá reescribir sea uno de los beneficios más infravalorados de la escritura, y te aseguro de que muchos de los libros publicados pasaron por este proceso.
"No soy una gran escritora, pero sí una gran re-escritora." -Judy Blume
6. Al terminar...
Hay veces donde todo lo que has escrito te parece aceptable, pero al mismo tiempo sientes que no cumple el objetivo que tenías en mente, o quizá en cierto punto sientes que el hilo narrativo de la historia se perdió. Eso significa que es momento de releer desde el inicio, reescribir (como presenté en el punto anterior), y si eso no te satisface, es momento de reiniciar... no te preocupes, lo escrito jamás es tiempo perdido.
"La papelera fue inventada para ti, por Dios." -Margaret Atwood
Actualmente estoy acabando una novela, y te puedo decir que escribí su inicio al menos diez veces, y luego de llegar a la mitad, la volví a reescribir. Tengo más de doscientas páginas de párrafos y escenas que no utilicé, pero que me sirvieron para conocer la historia y a los personajes.
7. Recuerda por qué escribes
No olvides el porqué deseas escribir el libro: un reto personal, compartirle a las personas tus experiencias o conocimientos, contar una historia que crees lo suficientemente llamativa, inspirar... hay muchos motivos para hacerlo, y jamás los desacredites, por muy diferentes que sean a los de otros. Cuando piensas en ello, te da fuerza para continuar.
Yo escribo porque siento que tengo muchas historias que quiero contar, y porque es mi manera de expresar cuánto amo a las personas o las experiencias que he tenido.
8. Siempre...
SIEMPRE habrá lectores para tu libro. Tenlo en mente. Cada vez que te venga el pensamiento de que nadie lo va a leer o que no será publicado, recuérdate que en el mundo actual no dependemos de una editorial, ya que existe la autopublicación y la coedición, o simplemente el hecho de compartir. Y la mejor noticia es que cualquiera que sea el método para dar a conocer tu libro, SIEMPRE habrá una persona a la que le guste, a la que le inspire, a la que cambie o a la que divierta, depende de cuál sea tu objetivo.
Termina ese libro que estás escribiendo o que todavía tienes en mente, porque el mundo merece disfrutar de lo que alguien como tú tiene para compartir. Escribir es una carrera de resistencia, no de velocidad...
Resiste, por todos esos futuros lectores que agradecerán tu perseverancia cuando hayan leído tu libro.
SOBRE EL AUTOR
Andrés Beltanien
Instagram: @andresbeltanien
Andrés es apasionado de la literatura infantil, motivacional, thrillers y chick lit. Actualmente trabaja como distribuidor independiente de Herbalife Nutrition. Puedes leer gratis una de sus novelas infantiles de fantasía aquí.
Dato curioso: De pequeño quería ser caricaturista.
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