El libro de la tristeza es una fabula escrita por Gabriel Ebespenger, publicada en el año 2018. A pesar de que es dirigida a un público infantil, considero que es un libro que todo adolescente y adulto es capaz de disfrutar.
¿De qué trata?
La fabula nos relata lo que ocurre con alguien a quien conocemos y que nos visita en ocasiones: la tristeza.
El libro nos presenta a la tristeza como un gusanillo de un solo ojo que sale a pasear en busca de cosas alegres para ver, porque se siente muy aburrida de estar triste.
A través de ilustraciones con acuarela, nos enseñan todo lo alegre que imagina la tristeza cuando cierra su ojo: una puerta azul, un helado de naranja, un arbusto, un sombrero rojo, una ballena y hasta una estrella fugaz. La tristeza cree que si tuviera un segundo ojo, podría verlas en la realidad.
Al final, nos revelan que todo lo que imagina la tristeza, existe en verdad, pero ella es incapaz de notarlo, y que su ojo cerrado se ve como una sonrisa.
¿Por qué recomiendo este libro a los niños?
Les muestra la tristeza como una visitante que aparecerá en algunas ocasiones, y a la que debemos tratar con amabilidad, no como una emoción monstruosa que debe eliminarse o reprimirse.
Las ilustraciones minimalistas junto con los colores tenues, provocan un sentimiento cálido y familiar.
Le permite a los pequeños crear su propia interpretación de la fábula.
Pueden aprender que a pesar de tener días duros, las personas que los hacen felices y las pequeñas cosas de la vida que disfrutan, estarán esperándolos con los brazos abiertos.
Lo que me enseñó
Es imposible no sentir tristeza, y a pesar de que es una emoción que debe validarse como cualquier otra, lo mejor es no aferrarse a ella, porque empezará a imaginar todo lo que pudiera ser y olvidará todo lo hermoso que ya tiene enfrente.
SOBRE MÍ
Andrés Beltanien
Me encanta leer chick lit, middle grade, suspenso y motivacionales cristianos. Actualmente trabajo como distribuidor independiente de Herbalife Nutrition desde hace siete años. Si quieres leer una de mis novelas cortas de fantasía totalmente gratis, haz clic aquí.
Dato curioso: No me permitía validar la tristeza, hasta que recibí apoyo de un psicoterapeuta que me enseñó a procesarla.